Algunas pruebas curiosas...

Éstas son algunas pruebas de estilo, de cuando buscaba mi lugar en el mundo de la ilustracion (no hace tanto tiempo... creo que los creadores mueren, el día que dejan de buscar).

Ésta es una prueba que hice con los chavales (en Animum, la academia donde doy clases de dibujo), donde estuvimos viendo distintas maneras de hacer ilustraciones "simples" para niños. Éstas dos pruebas es lo que salió. Fueron improvisasdas pero creo que cuajan bastante bien (cada una para edades distintas, eso sí).

Ésta imagen es para el estilo que estoy desarroyando actualmente (los comienzos que me llevaron a desarrollar la imagen que es hoy la cabecera de este blog). Fue un experimento que cuajó bastante bien, aunque posteriormente he refinado gran cantidad de aspectos.

Éste dibujo lo realicé hace un par de años, en una sesión de dibujos en el Salón del Cómic de Granada. El acabado no es muy limpio. Ya sabéis como son esas sesiones: en un stand abierto, con una mesa inclinada (medio improvisada), con una corriente de aire que te hace volar los papeles y rodeado de chavales que no paran de preguntar cosas, de moverte, de pedir que les dibujes un Goku, de estornudar en tu mejilla, de rascarte la espalda, de mangar dibujos... en definitiva, ¡una gozada! Siempre que puedo me apunto para hacer algo así. Es una de las pocas veces que tienes un contacto directo con tus lectores. Dibujas e inmediatamente ves la reacción en el público (algo imprescindible para un creador). En fin, no es nada fácil estar allí, pero es algo que recomiendo a todo el mundo que quiera dedicarse a esto.
De todos los dibujos que hice esos días, éste fue, sin duda, el que más éxito tuvo (el humor es el mejor camino para llegar a los demás). No preguntéis qué o quién es (una especie de Lobezno-freaky-obeso-dibujante-tarado...). Éste fue uno de los eslabones finales en la búsqueda que me llevó desde el realismo que tenía en los 90, al estilo que tengo ahora (casi diez años de intensa búsqueda, que me ha llevado a estar casi-satisfecho con lo que hago).

Si el dibujo anterior fue uno de los pasos finales, éste fue uno de los iniciales (al cual le tengo un cariño especial). Fue uno de los primeros "aciertos" (entre comillas porque tiene fallos por todos lados). Mi intención era continuar siendo realista pero deformando las proporciones de la anatomía, como se hace en la animación. Como podéis comprobar, estaba "más perdío que'l barco l'arróz". Aún así, creo que el dibujo tiene algunos pequeños aciertos que hacen que funcione (más o menos).

Y, aunque no lo pueda parecer, éste fue el inicio. Con este dibujo comenzó la búsqueda. Antes de él, mi estilo era como el dibujo de Prometea que hay más abajo (muy realista).
Esta ilustración la realicé cuando casi finalizaba mi estancia en Inglaterra (la cual me influenció en gran medida y me dió el empujoncito que necesitaba para el cambio). Creo que viajar es la mejor manera que tiene un creador para aprender cómo es el mundo, y poder plasmarlo luego en nuestras obras.
Me planté delante de la mesa de dibujo (una mesita de madera, pequeña, coja, agujereada pero situada frente a un gran ventanal, por el que podía ver el trajín diario de la ardillas bajo la lluvia). Cojí todos los utensilios de dibujo que tenía y pensé: voy a hacer un dibujo con todo esto. Debo aclarar que antes de eso, yo sólo usaba acuarela, por lo que mis dibujos se distinguían por ser muy limpios y pulcros.
Sobre la mesa tenía: rotuladores, lápices (de grafito y de colores), bolígrafos (negro, verde, azul, oro y plata), acuarelas... ¡Los tenía que usar todos! Sé que puede parecer una chorrada, pero tener que usar toda aquella cantidad de materiales distintos, me ayudó mentalmente a romper la perfección del realismo.
No sólo fue un primer paso interesante, sino que encima el dibujo salió bien (¡¿qué más puedo pedir?!).

Espero que os guste tanto verlos, como a mí hacerlos.


Un saludo y buena suerte..

Comentarios

Oscar Jimenez ha dicho que…
queda muy bien el rollo cartulina del niño del principio. Me gusta más que la madre
Javier Gámez ha dicho que…
sí, a mí también me gusta más como quedó el niño.

Fue una prueba que se me ocurrió sobre la marcha, mientras explicaba en clase.

De esas veces que toca la flauta el burro...

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